03 abril 2006

Otra de albinos

Me envían el enlace a una noticia sobre el mosqueo de los albinos con El Código Da Vinci. Parece que llueve sobre mojado:

"Las estadísticas que maneja la web skinema.com, que elabora el dermatólogo Vail Reese, son determinantes. En los años 80 se produjeron 12 películas con un malvado albino, y en los 90 fueron una veintena. El Código Da Vinci hace la película número 24 de este tipo, y es la primera desde que en 2003 se estrenaran Cold Mountain, galardonada en los Oscar, y Matrix Reloaded, donde de nuevo aparecían asesinos albinos."

1 comentario:

Anónimo dijo...

No sé, esto ya me parece excesivo. ¿Va a ser que -de ahora en adelante, en la época de la corrección política- el que haga de malo en una película no podrá tener ni características físicas, ni nacionalidad, ni estar adscrito a una fé, o tener una afición...? En fin, nada que le haga pertenecer a un grupo humano, para no ofender a todos los miembros de ese grupo?

De verdad, imagináoslo. Uno es guionista, o escritor de ficción, y tiene que crear un personaje, "el asesino". No puede ser negro, no vaya a ser que surjan protestas raciales. Tampoco pelirrojo e irlandes, no vayan a boicotearle en la isla esmeralda. No puede ser del Opus, que ya se ve la que se arma. Tampoco tartamudo, porque estos protestarían a coro (entrecortadamente, pero protestarían). No conviene que sea librero, por ejemplo, porque el gremio se alzaría en armas.

Si en mi historia de ficción hay un malvado asesino, ¿sólo puede ser un persona enmascarado, sin acento que delate su procedencia, y del que no conozcamos nada personal, para no encuadrarlo en un grupo?